De propios y extraños: El show de la fe

¿Cabaret? ¿Entretenimiento? ¿Espectáculo? Mi taxi ha pasado lo suficientemente despacio para ver el anuncio pegado en el ex cine de la Av. Canevaro en el distrito de Lince. Y no es que lo hayan reabierto con nuevas estrellas tras bambalinas o exquista temporada cinematográfica. No, señores, que suban el telón porque aquí está, con todos ustedes el SHOW DE LA FE. 

De niño siempre me asombré del grado de performance que tenían algunos pastores evangélicos. Era increíble verlos asumir su papel íntegramente, hablando del diablo, Satanás o del pecado de la carne. Así todo lo que estaba fuera de la Biblia era abominación y tenía que ser condenado, salvo que te arrepientas porque están por venir los cuatro jinetes del Apocalipsis. Obvio, a veces en mi mundo infantil pensaba que el ser llamado Dios realmente nos caería como una bomba atómica, que el final estaba pronto y que el Armagedón nos coja confesados. 

Estos hombres asumían a cabalidad su papel ahí en la plaza pública o en el templo evangélico, transformándose en jinetes defensores de la fe cristiana, pero esta vez sin los garrotes de la mal llamada Santa inquisición que de santa no tenía nada en absoluto. La carga venía después cuando asumías en tu vida que ellos estaban en lo correcto y que tú estabas mal. Porque el problema no eras tú sino ellos. Y claro, todo actor quiere un público que le retribuyan por su formidable interpretación en diezmos o con un sueldo santo.

¿Pero acaso es que estos curas o pastores se lo han inventado? Para nada, el Catecismo de la Iglesia Católica señala: 

"2358 Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas. Esta inclinación, objetivamente desordenada, constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición.

2359 Las personas homosexuales están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana."

Y fue refrendado por Ratzinger en el siguiente documento eclesiástico.

De lo que cual se deduce que aquí no hay nada gratuito porque el show de la fe tiene un guion muy bien elaborado. En el caso de la Iglesia Católica se miden un poco más al momento de hablar, salvo casos excepcionales como Javier del Río, arzobispo de Arequipa quien durante las elecciones presidenciales 2016 dijo que era un pecado votar por Verónica Mendoza; o Bambarén en Chimbote con su exabrupto de maricones, pero en los evangélicos o cristianos tenemos casos mediáticos como el del pastor Fabio Ubierna, un asiduo de los talk show de los noventa y que hasta ahora (cuando de tratar rating se trata) es a veces invitado a programas de Chollywood como el fenecido Hola a Todos.

En muchos casos el discurso posee un grado mayor de informalidad y se apela a todo, como salga de tu lengua e incluso con sermones donde los fieles bailan una frenética danza a punto de exorcismo. Ahí los demonios son arrojados a diestra y siniestra. Pero no olvidemos el más reciente show con el pastor Rolando Gonzales Cruz quien dijo “si encuentran dos mujeres teniendo sexo, maten a las dos. Si encuentran a una mujer teniendo sexo con un animal, mátenla a ella y maten al animal, sea un perro o cualquier otro animal, en el nombre de Jesús. Hay poder en Jesús y en la sangre de Cristo” en pleno contraataque para la campaña Con Mis Hijos No Te Metas. 

Con el nuevo milenio adaptándose a las nuevas tecnologías el Show de la Fe también hacen uso de blogs como http://pastoreslideres.blogspot.pe.

¿Se puede profesar una religión que te dice que eres una desviación y que si eres homosexual tu única luz al final del túnel es la castidad? ¿Puede un niño crecer de forma normal escuchando este tipo de mensajes mañana, tarde y noche? El odio se enseña y para muestra hay más de un botón. Porque la homofobia y los crímenes de odio están ahí en el discurso de estos promotores del espectáculo religioso que destilan su intolerancia y discriminación, mensajes consumidos por niños, adolescentes y jóvenes para quienes será "normal" sentir odio, rechazo y ejercer quien sabe un día la violencia verbal o física contra aquella o aquel que tiene una orientación sexual diferente, esa que no debe ser, que no debe existir porque así lo dice su fe.

Lo que necesitamos frente a tanto espectáculo son argumentos, el siglo de la ilustración todavía no ha llegado para estos señores. Histrionismo, elucubraciones, mentiras. Ya no estamos en los ochentas o noventas, ahora el SHOW DE LA FE ha pasado a la redes sociales, su marketing es todo terreno y quieren seguir metiéndole una sobredosis de homofobia lesbofobia transfobia bifobia a sus ovejas. 

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