EN PRIMERA BUTACA: El Cine Catástrofe

Por Antonio Capurro

Jack y Rose intercambian la mirada de los amantes satisfechos, están juntos y, lo que es más importante, son inmensamente felices. Por fin, luego de sortear varios obstáculos, han consumado su amor, corren libres hacia la proa en medio de la fría noche con el viento del norte que pega en sus rostros, dos pasajeros de diferentes clases sociales que anhelan romper los prejuicios, viajeros en esa enorme masa de acero llamada Titanic. Pero tanta felicidad parece ser demasiado perfecta, el destino o la fatalidad no les tiene reservado  un final feliz, en cuestión de segundos la nave chocará con un iceberg y ellos tendrán que enfrentar no solo la ira de un novio desairado sino el llanto y la desesperación, al igual que los cientos de personas que intentarán salvar sus vidas para no ser tragados por el inmenso océano.

Titanic fue una exitoso filme de los años noventa que ganó el Oscar a Mejor Película, cosechó éxito a nivel mundial y nos devolvió el cine catástrofe como en sus mejor épocas, aunque debemos también agregar que es una película dramática y de romance. 

El argumento tantas veces usado de colocar a simples mortales en condiciones extremas de peligro, algo que Hollywood ha explotado hasta la saciedad y que durante la década de los setenta tuvo a sus principales exponentes, ha sido casi siempre la fórmula del éxito asegurado. 

Por supuesto que en este género no puede faltar el clásico arquetipo del héroe que salve al resto de sus compañeros de tribulaciones, aquel que en la medida de sus posibilidades, pero con gran ingenio y creatividad, enfrente cada uno de los retos que la naturaleza le ponga por delante. Recordamos títulos como "La Aventura del Poseidón", "Aeropuerto", "Infierno en la Torre", "Meteoro", "Avalancha, "Huracán", "Terremoto" o "El Enjambre", películas emblemáticas de un género que parece nunca perder vigencia. En los años setenta la tecnología no permitía una gran parafernalia visual y si bien para su tiempo representaron espectaculares efectos, los avances de esta última década del nuevo milenio le han brindando al género de más espectacularidad y millones de dólares a la cultura del ocio y el entretenimiento.

Esta conjunto de trucos o artilugios de imagen y sonido era imposible de conseguir hace más de 30 años pues ni siquiera se conocía lo que ahora llamamos tecnología digital, el morphing, la imagen computarizada o la pantalla verde, esa tecnología que permite una alta sofisticación. Sin ello no hubiese sido posible ver a la amenaza volcánica de "Dante's peak" (1996), la invasión extraterrestre en "Independence Day" (1996), tampoco el hundimiento de las ciudades en "Deep Impact" (1997), el deshielo de "El día después de mañana", el tsunami de "Lo Imposible", el fin del mundo en "2012" o "El terremoto de "San Andrés".


El guion de estos "catastrofilmes" consiste en colocar a mortales comunes y corrientes enfrentados a la devastadora acción de la madre naturaleza sin dejar de lado la aventura, tal y como sucede en "Volcano" o "Tornado" donde los personajes viven mil y un peripecias luchando con todas sus fuerzas contra la furia ambiental. En el cine de desastres los protagonistas no son los actores sino la causa u origen de lo que ocasionará, es decir la catástrofe es el protagonista principal porque si no existe la amenaza lo demás no tendría sentido. De ese modo las actrices y actores se enfrentarán volcanes, 
ataques extraterrestres ,meteoros, incendios, naufragios, terremotos, huracanes, tsunami, plagas, mutaciones, animales salvajes, seres monstruosos, zombies y hasta el mismísimo Armagedón, un peligro inminente que atente contra la raza humana que la quiere desaparecer de la faz de la tierra y tendrán que salir airosos. Para completar el círculo seguro del triunfo en la taquilla, además de los efectos especiales, la estrategia de marketing es tener una gala de estrellas que atraigan al público.

Fue el productor Irwin Allen, llamado rey del cine catástrofe durante los años 70, quién logro convencer a los grandes estudios a realizar estos filmes que impactaron a toda una generación de cinéfilos. Si bien este género tuvo guiones algo más consistentes, ahora Hollywood tan solo busca repetir la misma fórmula, la cuestión es variar un poco el argumento y listo. La estética del cine catástrofe no ha cambiado desde el último auge de esas películas en los años 70, la única diferencia diferencia es que ahora cuestan más y ostentan efectos especiales más ingeniosos, pero el resto es lo mismo.

Después de una década no tan gloriosa en los ochenta, el cine de desastre recobró fuerza a partir de los años noventa, se produjo un reavivamiento en títulos como "Daylight", "Epidemia", "Impacto Profundo", "Tornado", "Godzilla", "Armagedón", "Asteroide" o "Volcano". Esto demostró que el público no estaba cansado de ver en la pantalla grande a toda clase de peligros atentando contra la humanidad o el género humano en mayor o menor a escala, ver el planeta Tierra a merced del peligro o un grupo de personas

Y en la primera década del nuevo milenio la fórmula se explotó hasta alcanzar su máxima expresión, pero en general la tendencia ha sido películas con argumentos tomados de los pelos, carentes de imaginación y actores o actrices que hacen su mejor esfuerzo, es decir más de lo mismo solo que con lo último en despliegue de efectos especiales. Entre lo reciente de esta nuevo milenio tenemos a "Cloverfield", "2012", "Poseidón", "El núcleo", "El día que la tierra se detuvo, "El fin del mundo", "Aftershock", "En el ojo de la tormenta", "Presagio" o "Pompeya".

 ¿Qué es lo que veremos después? Uno nunca sabe, solo esperemos algo bueno y no verdaderos desastres.

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