EN PRIMERA BUTACA: James Bond y el peligro de Casino Royale

Por Antonio Capurro

"Casino Royale" presenta un nuevo James Bond, el actor inglés Daniel Craig como la vedette de la película y al neozelandés Martin Campbell como su director. De Campbell, que dirigirá el remake del clásico de Alfred Hitchcock Los Pájaros, habíamos visto La Leyenda del Zorro, Límite Vertical, La Máscara del Zorro o Goldeneye dirige esta entrega con bastante oficio y nervio. 

Estamos frente a una nueva aventura del mítico agente 007 pero esta vez sin la estrafalaria maquinaria tecnológica del pasado y es que por encima de los accesorios se ha preferido mostrar una dimensión mucho más física. Casino Royale fue la primera novela concebida por el escritor Ian Fleming para iniciar la saga de este playboy llamado James Bond. Desde el inicio todo es pura adrenalina en la cinta y una vez más sabemos que James tendrá que enfrenter muchos peligros para acabar con los villanos.

El estoicismo y picardía que muestra Craig se presenta digno de la sucesión que tuvo a Sean Connery como su máximo ícono. Ahora ya no estamos frente a espías rusos, todo está fríamente globalizado y James Bond hace de las suyas con bastante credibilidad. La trama se nos muestra bien hilvanada yendo de acción en acción hasta alcanzar su punto culminante luego del juego en el casino de Montecarlo. Si antes fue un Doctor No o un Golfinger los villanos, ahora el enemigo es encarnado por un asesino que llora sangre. Un personaje no muy convincente ni desconcertante pero que no desequilibra una cinta que merece verse. Tampoco ofrece demasiado el personaje de la chica Bond encarnada por Eve Green, quien si supo dar a la medida cuando fue escogida por Bernardo Bertolucci para The Dreamers.

A la corriente con los nuevos aires, James Bond deja ver un poco más allá de lo evidente cuando es torturado por el malo y le arrancan las ropas. James ama su cuerpo y lo muestra para deleite de hombres y mujeres no en vano su castigador afirma que sería una pena echar a perder aquel buen cuerpo. 
Casino Royale nos muestra el universo de James Bond, un tipo que sabe ser encantador y luchar para lograr sus objetivos con todo el arsenal que tenga aunque esta sea tan solo su ingenio y su cuerpo. A destacar la escena inicial de la persecución y la del aeropuerto. Se respira peligro y acción a raudales. Pero habría que añadir que no son logros aislados porque todo se complementa. Estamos con un héroe que puede tener sus errores y aprender de ellos. A James no le importa que vino sea el que tome lo que le importa es, como el mismo lo dice, el peligro y esa es su consigna porque el es Bond James Bond. Un metrosexual que tiene las bolas suficientes para ser un macho aunque le guste que los hombres alaben su cuerpo.

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