Entrevista con Arturo Laime


Por Antonio Capurro


Lo primero que Arturo Laime me revela es que en su más reciente exposición “Naturaleza en Erupción” uno de los concurrentes le dijo que uno de sus cuadros, precisamente el de una mujer, se podría colocar tranquilamente en una cubichería. Atrevimiento que le hace reír porque “sería bueno que más cubicherías exhiban arte”. Según me cuenta su muestra ha recogido muy buenos comentarios.

“Me han escrito varios emails, y he participado en algunos eventos a raíz de mi exhibición. Incluso alguien me preguntó si podía hacerle un retrato tipo Luis XIV, como de la realeza”.

Para Arturo, quien estudió en el Instituto de Artes Visuales Edith Sachs de Barranco, una de las principales limitaciones de cualquier artista emergente es tener que aguardar una lista de espera de varios meses dentro del circuito de galerías comerciales. Por eso cuando se le presentó la oportunidad de exhibir sus cuadros en Epicentro, que no es una galería de arte establecida, no lo pensó dos veces. Y aunque no haya sido precisamente un evento de ventas eso no lo desanima en lo absoluto, ya que sabe que es parte de ir creando una imagen de marca y eso toma un buen tiempo. En su más reciente muestra el tema elegido fue el ser humano y sus deseos, una conjunción salvaje y colorida como la que él mismo experimentó en medio de la selva, más exactamente a las afueras de Iquitos, paraíso terrenal donde tiene una casa en la selva que usa como albergue turístico y ahora proyecta como un centro de talleres de arte y de temas medioambientales. De hecho pudo conjugar su otra profesión, la de Ingeniería Geográfica y Ambiental, con su alma de aventurero. Recuerda que muy joven su test vocacional recomendaba estudiar arte, pero decidió esperar hasta salir de la universidad para ser un verdadero artista. 

Arturo nos cuenta que sus primeros dibujos de niño fueron de robots que los empezó desde muy chico y los cuadros pictóricos a partir del 2010 con una serie sobre el cuerpo. Con él se aplica a la perfección el dicho de que nadie es profeta en su tierra porque sus primeros compradores ron de Turquía, teniendo actualmente muy buena acogida en el extranjero (Alemania, Líbano y medio oriente) en venta por catálogo.


“Mi reto es crear una obra mucho más humana y real, tampoco caer en el cliché de lo perfecto. No me encasillo en ninguna tendencia aún; pinto naturaleza, abstractos, figurativo. Creo que nadie compite contra nadie, porque hay demanda para todos”

Entre los referentes próximos de su arte figuran Pollock, Van Gogh, Leonardo da Vinci y otros. También nos cuenta que una época muy desafiante en su carrera fue la comisión de 7 enormes esculturas de dinosaurios que trabajó hace un par de años junto a su amiga Monica Moscol. Fue un reto en tamaño, complejidad y logística teniendo que desplazar las piezas por varias ciudades del país, apareciendo inclusive en un conocido programa de History Channel. En este proyecto Arturo fue el escultor en jefe para la compañía minera Antamina y la Asociación Ancash, una exhibición itinerante educativa que difundió los descubrimientos paleontológicos.

Arturo sabe que le quedan muchos temas y espacios, que no desea encasillarse bajo ningún concepto ni en lo humano ni en lo profesional, por eso Arturo anhela seguir perfeccionándose, aprendiendo y mejorando. Me cuenta que espera estar el próximo año en Alemania para un curso, mientras en su mente va planeando nuevas series o temas para realizar, quizá más naturaleza, mujeres, hombres, animales, plantas o él mismo en autorretrato de nuevo, todo depende de cómo venga el tiempo que a veces pasa muy lento o muy rápido

Aquí el link donde puedes hallar sus obras:
http://arturolaime.com

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